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Estos son los 5 errores fiscales que cometen los autónomos

Los trámites burocráticos al arrancar la actividad como autónomos pueden ser muy engorrosos.

De hecho, es muy probable que tengas muchas dudas o que incurras en ciertos errores que suelen ser muy frecuentes, como contábamos en este artículo.

Pero los problemas burocráticos no se acaban ahí, ya que el proceso de facturación es el que más riesgo conlleva y dónde nos encontramos con más posibilidades de errar.

“El proceso de facturación es uno de los trámites fiscales que más quebraderos de cabeza implica para los autónomos. Las particularidades de cada trabajador, del cliente y del motivo por el cual se expide la factura, hacen que sea fácil errar a la hora de emitir las facturas”, explica Marta Zaragozá, CEO de Declarando.

Además, recalca que los errores cometidos en el proceso de facturación pueden afectar no sólo al emisor de la factura, el propio autónomo, sino también a las empresas que las reciben, que aplicarán deducciones en función de este documento.

“Si la factura contiene errores, podría empujar a que las deducciones realizadas también fueran incorrectas, con las consecuencias fiscales que se derivarían de todo ello”, advierte.

5 errores más frecuentes entre los autónomos

Declarando ha identificado las principales equivocaciones que cometen los autónomos a la hora de emitir sus facturas a los clientes. Son las siguientes.

1. Errores relacionados con el IVA

La compañía de software de asesoramiento fiscal para autónomos ha observado que estos profesionales suelen cometer cuatro errores a la hora de aplicar el IVA en las facturas.

La primera equivocación consiste en la aplicación indebida de IVA en operaciones intracomunitarias. Se producen cuando los autónomos se acogen al IVA español cuando debería practicarse la exención prevista en este régimen siempre que el cliente esté establecido en otro estado miembro de Unión Europea y ambas partes estén inscritas en el Registro de Operadores Intracomunitarios.

Otro error es no aplicar IVA en un servicio que se localiza en España y que, por una mala interpretación, el autónomo sitúe fuera del país.

También detecta que algunos autónomos se confunden al no aplicar el tipo impositivo (general, reducido o superreducido) de manera correcta, de forma que se factura por servicios o bienes aplicando un tipo inferior al correspondiente.

Por último, en operaciones de inversión del sujeto pasivo, Declarando recuerda que los autónomos deben emitir una factura sin IVA, indicando la mención “inversión del sujeto pasivo”; mientras que el receptor, si es empresario, ha de autorrepercutirse el impuesto. Declarando señala que es frecuente el error de aplicar IVA cuando no corresponde o viceversa.

En todos estos casos, la Agencia Tributaria podría exigir la regularización correspondiente de las cuotas de IVA no satisfechas, a las que habrá que sumar los intereses de demora correspondientes y las sanciones administrativas derivadas del error, en el caso de haberlas.

2. Fallos relacionados con la retención de IRPF en la factura

“La incorrecta aplicación del tipo impositivo en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) constituye otro foco habitual de errores en las facturas de los autónomos. Este tipo de fallos pueden derivar de una categorización errónea de las rentas, una incorrecta imputación de deducciones o un mal cálculo de los tramos aplicables”, detalla la plataforma de asesoramiento fiscal.

Declarando insisten en la importancia de prevenir este tipo de incidencias, puesto que no sólo afectan a la correcta liquidación del impuesto, sino que pueden generar situaciones de sobreimposición o pérdida de beneficios fiscales para los autónomos.

Además, recuerda que la posibilidad de corregir estas irregularidades se ve limitada si los errores son detectados fuera del plazo de prescripción, lo que dejaría al contribuyente en una posición de desventaja frente a la Administración.

3. Omisión o inexactitud de datos obligatorios

La compañía de asesoramiento fiscal explica que todas las facturas emitidas por los autónomos deben reflejar una serie de datos de manera obligatoria. Sin embargo, la omisión e inexactitud de éstos es uno de los errores más frecuentes en el proceso de facturación de los autónomos.

En concreto, su estudio desvela que las facturas de los autónomos suelen contener errores relacionados con la omisión del NIF o el IVA del destinatario, en caso de ser obligatorio; la fecha de emisión/vencimiento de la factura; el desglose de la base imponible; y con fallos que tienen que ver con el cálculo de la base imposible y la cuota de IVA correspondiente.

“En caso de contener alguno de estos errores, la factura podría considerarse no válida a efectos fiscales, lo que tendría repercusiones tanto para el emisor como para el receptor de la factura”, reseña.

4. Exenciones mal aplicadas

“Las exenciones fiscales exigen una interpretación estricta de la normativa. Sin embargo, en la práctica, es frecuente que se produzcan errores en su aplicación, ya sea por una incorrecta interpretación de los requisitos establecidos o por una aplicación extensiva que excede el ámbito previsto por el legislador. Estos errores pueden dar lugar a liquidaciones improcedentes o a reclamaciones por parte de la Administración para recuperar las cuotas no ingresadas”, recalca Declarando.

5. Incorrecta aplicación de un Régimen Especial

La compañía señala que es una equivocación muy frecuente. “Estos regímenes, diseñados para atender situaciones específicas o simplificar determinadas obligaciones, requieren una interpretación y aplicación estricta conforme a las normas que los regulan. Sin embargo, los errores surgen por desconocimiento de las condiciones para acogerse al régimen, por su aplicación indebida o por su uso incorrecto en situaciones que no cumplen los requisitos establecidos”, puntualiza.

Así pues, avisa de que las consecuencias que se derivan de este tipo de fallos pueden ser importante para los autónomos, desde liquidaciones incorrectas que deriven en regularizaciones por parte de la Administración hasta la imposibilidad de rectificar errores si éstos se detectan fuera del plazo de prescripción.

“Además, cuando el contribuyente aplica un régimen erróneo, puede enfrentarse a sanciones o recargos, especialmente si se considera que el error no es imputable a una interpretación razonable de la norma”, alerta.

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