Lexconomy: seguridad jurídica en el entorno digital
LexConomy nace en Barcelona, en el año 2006, después de que los hermanos Neus y David Nájar Martínez decidiesen unir sus carreras profesionales, hasta entonces desarrolladas por separado. Crean entonces un despacho multidisciplinar en el que tanto atienden casos de mercantil como de familia o fiscalidad.
Especialización
Hasta aquí nada que les distinga especialmente muchos otros despachos profesionales del ámbito legal. Habrá que esperar hasta el 2015 para empezar a marcar la diferencia, una vez que comprueban cómo, cada vez más, la procedencia de sus clientes es extranjera. Optan entonces por especializarse y pasan de despacho multidisciplinar a ‘boutique jurídica especializada en fiscalidad e International tax‘.
Actualmente, alrededor del 85% de la facturación anual LexConomy corresponde a servicios internacionales, no tanto en materia migratoria o social como a efectos fiscales y mercantiles. En esta línea ayudan a establecerse legalmente en nuestro país tanto a personas físicas como a empresas foráneas que deciden trasladar la sede o abrir oficinas para operar en el mercado español; a inversores extranjeros o a nómadas digitales que quieren fijar la residencia en aquí durante un tiempo, entre otros.
Evolución natural
A todos ellos hay que ayudarles porque, en la mayoría de los casos, desconocen el funcionamiento del fisco en España, bastante más exigente de lo que muchos piensan. En esta desinformación, otra vez de forma natural, LexConomy detectó una necesidad insatisfecha y una oportunidad de negocio.
“Fue a raíz de que un cliente llegase destrozado tras recibir una notificación de la agencia tributaria reclamándole el pago de los impuestos correspondientes como residente fiscal circunstancia que, a su juicio, no se daba”, cuenta David Nájar.
Conviene aclarar que Hacienda considera residente fiscal a cualquiera que resida en España más de 183 días durante un año natural o cuando su principal fuente de ingresos o actividad económica, directa o indirecta, esté en España. En ninguno de ellos se supone que incurría el referido cliente de LexConomy, “el problema era que tampoco lo podía demostrar”, continúa Nájar.
Escuchando al mercado, se le ocurrió a este fiscalista crear una herramienta tecnológica que ayudase a estas personas a generar evidencias que acreditasen su estancia física en uno u otro lugar a tiempo real. Nace así logsave.me como entidad independiente de LexConomy y los mismos fundadores: los hermanos Nájar Martínez.

logsave.me
Logsave.me es una aplicación innovadora que ofrece a personas que viajan mucho por motivos de trabajo o que tienen distintas residencias, así como a otros profesionales que quieran ser ayudados en estos trámites, una solución segura que sirve para probar la residencia a efectos fiscales además de impedir la suplantación de identidad de la persona que firma digitalmente cualquier tipo de documento.
Aunque la explicación y la usabilidad de la app parecen sencillas, el desarrollo que lleva detrás es complejo. En él confluyen distintas tecnologías de vanguardia como son la geolocalización, la identidad biométrica, criptografía o la blockchain. La app, descargable ya tanto en App Store como en Google Play, consta, por el momento, de dos funcionalidades principales:
Demuestra tu residencia fiscal. Permite a los usuarios demostrar su presencia en un país o región en momentos concretos generando pruebas legalmente válidas. La opción de cuenteo demuestra los días que se permanece en un país o una región determinada.
Demuestra que firmaste. Es la función que permite certificar con absoluta validez legal, que las firmas digitales realizadas son auténticas y corresponden solo al titular de la cuenta o aquellos intervinientes autorizados. Legaliza la firma de trámites fiscales o administrativos sin necesidad de desplazamientos físicos.
El proceso. “Lo que hemos hecho es una aplicación que, al llevarla en el dispositivo, hace un seguimiento permanente al usuario con GPS. Después de registrarse con su DNI o pasaporte, cada vez que detecta un movimiento de país o de región, entre otras cosas, pide al usuario que se identifique con biometría facial. Lo hace en su terminal, es decir, en su propio sistema operativo. Así nos aseguramos de que es la persona registrada quien lleva realmente el dispositivo, no un impostor, y evitamos su identificación en sistema operativos externos”.
Posteriormente, “aplicamos lo que se conoce como timestamp, mecanismo que permite demostrar que un documento electrónico no ha sido alterado además de evidenciar el momento exacto (fecha y hora) en el que se genera dicho documento o transacción. Al final el usuario va generando una serie de datos y registros durante un tiempo determinado que se anotan en la cadena de bloques, la blockchain, inmutable y casi imposible de manipular”, explica David Nájar el desarrollo de logsave.me, en proceso de patente.
Privacidad absoluta
Además de garantizar la calidad y veracidad de los datos, uno de los mayores desvelos de los impulsores de logsave.me ha sido preservar la privacidad de los datos. Lo han conseguido mediante técnicas criptográficas con una estructura de datos que permite que la única persona que tenga acceso a esa información y el control para revelarla sea el mismo usuario.
Aplican el modelo denominado de criptografía asimétrica, un sistema que se caracteriza por utilizar dos claves, una clave pública -para cifrar la información- y otra privada -para el descifrado’. Cierto que logsave.me conserva una copia de la información en sus servidores como medida de seguridad en casos de extravío, hurto del teléfono y otros, pero la única manera de desencriptarla es con la clave privada del usuario.
Este desarrollo tan pionero es el que sirvió a LexConomy para alzarse con el premio al Despacho Profesional más Innovador que patrocina ProDespachos en colaboración con Amado Consultores en la última entrega de los Premios Emprendedores.
Decir, no obstante, que lo que se ha contando aquí no pone punto final a la historia de logsave.me después de que David Nájar, presente en el Mobile World Congress 2025, pudiese comprobar el interés desencadenado por esta herramienta tecnológica para usos y otros nichos de mercado que, en principio, no habían contemplado. Habrá que ver por qué otros caminos les sigue conduciendo la evolución.