Move! Sustainable Fashion Summit 2025: redefinir prioridades para acelerar la sostenibilidad en moda

La moda ya no puede esconderse detrás del relato. Así quedó claro la pasada semana en el Move! Sustainable Fashion Summit 2025, organizado por EY y Modaes en Madrid, con la participación de más de 270 profesionales del sector. Un encuentro que distó de ser una celebración de avances y se convirtió en una oportunidad para hacer autocrítica, reconocer fricciones en el camino y debatir la sostenibilidad con rigor, datos y visión empresarial.
A lo largo de la jornada se sucedieron ponencias, mesas redondas y casos reales que pusieron sobre la mesa el nuevo escenario: mayor presión regulatoria, cambio cultural, tensión entre competitividad y responsabilidad, y un consumidor escéptico pero vigilante.
Del propósito al performance empresarial
La presentación del informe de EY marcó el tono de la jornada: menos optimismo, más consciencia estructural. El 65% de las empresas mantienen objetivos de neutralidad en carbono (una caída de 10 puntos respecto a 2022), y solo el 12% permite trazabilidad completa al consumidor.
La sostenibilidad se consolida como asunto de alta dirección: finanzas, operaciones, ingeniería y legal ya no son observadores, son protagonistas. Sin métricas, sin gobernanza, no hay avance real.
El informe también desveló una caída notable en empresas que ven la sostenibilidad como atributo de marca: del 96% en 2021 al 68% en 2024. Comunicar sostenibilidad se ha vuelto más complejo y arriesgado, entre tecnicismos, exigencias regulatorias y una creciente desconfianza por parte del consumidor.
Pero en ese contexto también aparece una oportunidad: las marcas que consigan explicar su impacto real con claridad, evidencia y honestidad podrán destacar y generar confianza.
Volumen, velocidad y modelo de producción: el debate necesario
Uno de los mensajes más rotundos lo lanzó Enric Carrera, director del Instituto de Investigación Textil y Cooperación Industrial (UPC): “Es necesario repensar el volumen de producción actual.” Añadió que el verdadero desarrollo sostenible es aquel que “no compromete a las generaciones futuras”.
Más que una reflexión académica, sus palabras fueron un dardo directo al corazón de un modelo productivo basado en la sobreabundancia estructural, incluso cuando se envuelve en discursos sostenibles. Su crítica no se centró en los materiales o las etiquetas, sino en algo más profundo: la escala, la lógica y la velocidad del sistema.
Patagonia, Primark y dos enfoques hacia la responsabilidad
Dos de las intervenciones más comentadas vinieron de lugares muy distintos del espectro empresarial:
- Patagonia, con su enfoque radical de responsabilidad, trazabilidad e inversión en proveedores. Su discurso fue claro: “la sostenibilidad no es un atributo, es una forma de operar”.
- Lynne Walker, directora de sostenibilidad de Primark, planteó con honestidad la complejidad de aplicar cambios a gran escala: “hoy en día no puedes dirigir un negocio sin ser responsable.”
Ambas visiones, lejos de oponerse, dibujan el abanico de realidades del sector: desde las marcas que nacen con propósito, hasta las que deben transformarse desde dentro.
Regulación: ¿motor o freno?
No podía faltar uno de los temas clave del momento. La regulación emergió como una de las áreas más divisivas del summit. En la mesa redonda sobre residuos textiles y economía circular, se dejó claro que muchos procesos, como la trazabilidad total, la circularidad operativa o la recogida post-consumo, no avanzarán hasta que el marco legal lo exija.
La nueva Ley Ómnibus de la UE, el futuro Reglamento de Ecodiseño para productos sostenibles (ESPR) y la directiva sobre Green Claims están generando movimientos en las empresas, pero también incertidumbre. Se advirtió del riesgo de una regulación mal calibrada: penalizar a las compañías más avanzadas, generar barreras no arancelarias y dificultar la operativa especialmente para las pymes.
El reto no está solo en cumplir, sino en anticiparse, integrando la sostenibilidad en el core del negocio antes de que sea una obligación legal.
Hoja de ruta para una moda sin atajos
MOVE! 2025 dejó claro que la sostenibilidad ha dejado de ser una cuestión de relato. Ya no basta con un buen storytelling: hoy se traduce en trazabilidad, regulación, decisiones de ingeniería y, sobre todo, en un modelo de negocio coherente. Las marcas que quieran liderar este nuevo escenario tendrán que evolucionar desde el discurso hacia los sistemas.
La sostenibilidad en la moda necesita realismo, compromiso y cooperación sectorial. Y también valentía para reconocer que no hay transformación sin renuncia al modelo actual.
Pero como se repitió en varias mesas: el momento para actuar no es cuando la norma obliga. Es ahora.
[…]
La entrada Move! Sustainable Fashion Summit 2025: redefinir prioridades para acelerar la sostenibilidad en moda se publicó primero en M4C NET.