«Déréférencement»: los minoristas franceses declaran la guerra total a Shein, Temu y Aliexpress

Francia se ha convertido en el escenario de una intensa batalla entre los pesos pesados del comercio minorista local y los gigantes asiáticos del eCommerce. Una coalición de más de 230 marcas y 16 federaciones del sector, lideradas por el Consejo de Comercio de Francia (CDCF) y la Confederación de Comercio de Francia (CCF), ha declarado abiertamente la guerra a Shein, Temu y AliExpress..
La petición, enviada el 3 de junio en forma de carta abierta al Ejecutivo, pone sobre la mesa acusaciones tan serias como el incumplimiento de las normas europeas, la promoción del consumo desmedido, la contaminación ambiental y una competencia calificada de «desleal». Según los firmantes, estas plataformas estarían operando al margen de las reglas, y es hora de que se les apliquen las mismas exigencias que a los comerciantes locales.
Los firmantes exigen que se apliquen de inmediato las medidas disponibles: notificación, apercibimiento, déréférencement y bloqueo si es necesario. Este concepto, el de déréférencement, consiste en la eliminación de una web de los motores de búsqueda o marketplaces (algo así como lo que en España conocemos como «derecho al olvido») y no sería la primera vez que se aplicase: en 2021, la DGCCRF (Dirección General de Competencia y Competición de Francia) decidió aplicárselo al popular eCommerce Wish.
Tal y como explican los comerciantes en su carta abierta, «el marco legal existe, el camino está despejado. Es hora de retomarlo».
Los datos de la polémica
Seguridad de los productos
Según encuestas europeas citadas por el CDCF y la CCF, la gran mayoría de los productos vendidos por estas plataformas no cumplen con la normativa vigente de la UE: «Estas plataformas chinas de venta en línea ya no son marginales: inundan el mercado francés con millones de productos a bajo precio, a menudo sin control, en detrimento de la seguridad, la transparencia y la equidad. Investigaciones realizadas por las autoridades europeas revelan que entre el 85 % y el 95 % de los productos ofrecidos en Temu, Shein y AliExpress no cumplen con las normas de la UE« .
Y no es solo una cuestión de etiquetas mal colocadas: según explican, hasta el 66% de los productos analizados han sido catalogados como potencialmente peligrosos.
Un problema de competencia
Pero la indignación de los pequeños comerciantes franceses no viene solo por la seguridad o el etiquetado de los productos comercializados por estas plataformas. Además, en su carta abierta les acusan de evitar el IVA, esquivar derechos de aduana, no respetar los calendarios de rebajas e incumplir las obligaciones de transparencia comercial. Todo ello, denuncian los minoristas, pone en clara desventaja a los actores franceses que sí cumplen con las reglas del juego.
«Estas plataformas evaden el IVA, evitan los aranceles aduaneros, eluden los periodos de rebajas e infringen las normas de etiquetado y transparencia comercial. Obtienen una ventaja competitiva injusta en detrimento de los minoristas franceses, los mercados responsables y las pymes que invierten en cumplimiento normativo. El principio de transacciones comerciales justas, aunque consagrado en el Código de Consumo francés, está siendo pisoteado. Esta distorsión de la competencia es insostenible y económicamente destructiva«, explican.
Shein responde, el gobierno escucha
En respuesta a las acusaciones, Shein ha asegurado a la agencia AFP que invertirá 13 millones de euros en 2025 para reforzar la seguridad y el cumplimiento de sus productos. De esa cifra, 2,5 millones se destinarán específicamente a pruebas de calidad, un aumento del 25% respecto al año anterior. Además, ha señalado su colaboración con 15 agencias de pruebas internacionalmente reconocidas.
Mientras tanto, el gabinete de la ministra de Comercio, Véronique Louwagie, ha afirmado que la solicitud de los minoristas está siendo estudiada “con la mayor atención” y en estrecha coordinación con los servicios pertinentes.
Cuando el fast fashion se convierte en fast trouble
Esta ofensiva no es nueva: el Senado francés está examinando una propuesta de ley centrada en frenar los excesos de la “moda rápida” en el mercado francés. La iniciativa contempla, entre otras medidas, la prohibición de la publicidad para empresas como Shein, Temu o AliExpress, multas económicas y campañas de concienciación sobre el impacto medioambiental de su ropa.
Yann Rivoallan, presidente de la Federación Francesa de Prêt-à-porter Femenino, no ha dudado en subir el tono: “Creo que hay que prohibir estas empresas sin más”. También se pregunta cómo es posible que aún se permita a los consumidores adquirir productos peligrosos sin control alguno, y plantea la adopción de un impuesto similar al aplicado en Estados Unidos, donde los aranceles para estos actores asiáticos superaron recientemente el 120%, aunque fueron luego reducidos al 54%.
Bruselas también toma cartas en el asunto
En realidad este no es el único problema al que se enfrentan estas plataformas en Europa. Tal y como te contamos hace unos días, la Comisión Europea ha endurecido su vigilancia sobre Shein, la estrella emergente del eCommerce de moda ultrarrápida, notificándole una serie de prácticas que infringen la legislación comunitaria en materia de protección de los consumidores. Este «toque de atención» surge tras una investigación liderada por autoridades de Bélgica, Francia, Irlanda y Países Bajos, junto con la Red de Cooperación para la Protección de los Consumidores (CPC). Las tácticas cuestionadas por Bruselas distorsionarían la toma de decisiones de compra de los usuarios y violarían directivas clave, como la de prácticas comerciales desleales o la de derechos de los consumidores.
El expediente de la Comisión Europea detalla seis grandes frentes de incumplimiento normativo por parte de Shein: descuentos falsos que no se basan en precios anteriores reales, tácticas de presión comercial como relojes de cuenta atrás, información engañosa sobre políticas de devoluciones y reembolsos, etiquetado confuso que sugiere beneficios «extra» cuando son requisitos legales, greenwashing con alegaciones medioambientales sin datos verificables, y un contacto opaco sin vías claras para que los consumidores formulen reclamaciones. La red CPC también está evaluando si Shein manipula las valoraciones de productos o no informa adecuadamente sobre su papel como intermediario en su marketplace.
Shein tiene ahora un mes para presentar sus argumentos y compromisos de corrección. Si las respuestas no son satisfactorias, las autoridades nacionales podrían iniciar acciones que incluyan multas proporcionales al volumen de negocio de la empresa en cada país afectado. Por su parte, Shein ha mostrado su buena disposición a colaborar, afirmando que su prioridad es «garantizar que los consumidores europeos disfruten de una experiencia de compra en línea segura, fiable y satisfactoria».
Por otra parte, hace apenas unas semanas la Comisión Europea planteó una tasa de dos euros por cada paquete enviado desde fuera de la UE y valorado por debajo de 150 euros, algo que impactaría directamente en el modelo de negocio de estas plataformas centradas en los productos masivos de muy bajo coste.
¿Un punto de inflexión?
Como ves, la batalla legal, política y comercial que se está gestando podría marcar un antes y un después para el comercio electrónico en Europa. En juego no solo está la seguridad del consumidor o el cumplimiento normativo, sino también la sostenibilidad de los modelos económicos locales frente a gigantes que han sabido explotar cada grieta del sistema.
Los próximos meses serán decisivos para saber si esta ofensiva francesa se queda en una declaración de intenciones o si termina redefiniendo las reglas del juego digital a nivel europeo.
Imagen: ChatGPT
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