PAU 2025: Gente que hizo su Selectividad en los últimos años cuenta cómo fue el examen, la universidad y su llegada al mundo laboral
En España estamos viviendo estos días un momento muy importante para miles de personas jóvenes: la Selectividad o PAU (en estos años ha tenido varios nombres), en la que se juegan la nota que les permitirá, o no, acceder a los estudios que quieren y en la universidad que más les convenga. Es un momento importante en la vida, tras años de estudios, llega la universidad y después de ahí la integración en la vida laboral y adulta.
El periódico El País ha entrevistado a cuatro personas que hace ahora 10 años obtuvieron unos resultados brillantes en su examen de acceso a la universidad. Desde Genbeta hemos querido hablar con personas que hicieron su EBAU/EVAU o PAU en la última década para que nos cuenten cómo les fue; cómo se plantearon sus años de universidad; y cómo están siendo sus primeros años trabajando tras graduarse.
Más allá de los estudios e investigaciones que compartimos y las constantes cifras que hay sobre la situación de la generación Z cuando arranca en el mercado laboral en estos años en España, tenemos aquí historias reales de personas jóvenes y profesionales en diversos sectores que pueden guiar e inspirar a otras personas que están a punto de entrar en la universidad.
Qué fue de gente que en la PAU de 2015 destacaron por sus notas
Por un lado, El País ha hablado con cuatro jóvenes que lograron sacar una alta nota en las pruebas de Acceso a la Universidad del año 2015 y que este año cumplen o han cumplido 28 años.
Uno de ellos es Diego Peñarrubia que sacó la mejor nota de la PAU de toda la Comunidad Valenciana en su año pero no tenía claro que estudiar. Estudió ingeniería en la Politécnica de Madrid en un grado multidisciplinar de ingeniería, donde se estudian de estructuras a electrónica y en su año de Erasmus, gracias a esta beca, fue a Suecia donde se especializó en lo que le gustaba: aerodinámica.
Tras acabar hizo un máster en Francia en el Instituto Superior de la Aeronáutica y el Espacio (ISAE-SUPAERO), lugar, explica, que es el epicentro de ese sector. Ahora lleva dos años en Aerobus, una empresa de aviones comerciales y militares. Entró como parte de una campaña que la empresa lanzó para encontrar a empleados junior, recién graduados. Su tarea: trabajar en el diseño de la estructura exterior de los aviones.
Historias de personas que hicieron su Selectividad en los últimos años
Desde Genbeta hemos recogido más historias de varias personas de diferentes estudios. Puede ser que también hayan sacado muy altas notas, pero no les hemos consultado.
Lo que hemos querido saber cómo recuerdan este examen que tantas personas jóvenes deben realizar estos días; cómo fue la integración a la universidad y pasar años en este modelo educativo; y qué tal el proceso de llegada al mercado laboral que tanto es noticia por cómo se presenta, sobre todo a las nuevas generaciones y sus expectativas.
«Acabé mi grado en plena pandemia»
Vanesa Soto tuvo su examen de acceso a la universidad en la primera semana de junio de 2016 y considera que «es útil, puesto que acceder a grados desde formación profesional hoy en día para ciertas carreras es más complicado debido a que reservan menos plazas». Ella se presentó por Lengua, Historia, Inglés y Latín en la fase ordinaria y en la extraordinaria por Griego y Literatura universal, lo que que le ponderaban 0,2 a la hora de sumar nota para entrar al grado.
«Siempre quise ser periodista y ya sabía que en Sevilla me iba a costar entrar puesto que de mis especialidades de humanidades no me ponderaba ninguna asignatura y era complicado, aunque en mi año las notas de corte no eran tan desorbitadas, sí que en la URJC de madrid estaban mucho más bajas», explica la profesional.
Acabó su grado en el año 2020, el mundo estaba en plena pandemia y vio que era complicado encontrar no solo por la circunstancia, sino por cómo se plantea el sector: «dentro del periodismo piden solo o becarios o expertos con 40 años de experiencia». Pero acabó encontrando trabajo y en remoto: «en Webedia con colaboración freelance». Explica que aunque le chocaba al principio tener que darse de alta, aprender de facturas y demás, le gusta mucho la idea de poder estar en su pueblo evitando un alquiler en la capital y poder seguir con amistades y familia cerca.
Mirando hacia atrás no es muy positiva y sus frustraciones van de la mano de la de muchas personas de cara al costo de vida frente a los salarios:
«Si me preguntas si recomiendo mi carrera, te diría que no, puesto que estamos en un momento donde el periodismo no tiene valor y el intrusismo laborar brota por todas partes por lo que creo que el futuro de la comunicación está en el marketing o publicidad. A nivel de impuestos, creo que se debería rebajar aunque sea la cuota de autónomo, porque tal y somo suben todos los gastos es imposible ahorrar y mucho menos pensar en comprarse una casa, tener hijos etc».
Todo bien hasta que llegó a procesos de selección que eran trabajo
Claudia Jordán es filóloga inglesa, tiene un máster en estudios europeos y trabaja ahora como especialista en marketing de influencia para Siroko. «Hice la EVAU hace unos 8 o 9 años. La ví útil más bien, de manera simbólica. Le veo sentido a hacer un examen a la hora de entrar en unos estudios superiores como la universidad aunque también lo veo como un añadido más de estrés que no siempre conviene«, recuerda la joven. Y es que ya en el Bachiller, la juventud está sometida a mucho estrés.
Y tiene una opinión valiosa para otros jóvenes: «A mí todo el mundo me metió mucho miedo y acabé estudiando más para la EVAU y menos en los exámenes finales del instituto. Finalmente, considero que nos dan demasiado miedo y, en realidad, si has ido bien con tus estudios hasta ese momento, no es tan complicado».
Luego está la polémica de todos los años que dice que algunas regiones es más fácil que en otras. Claudia Jordán dice que a ella le pareció fácil. Puede ser porque en Asturias sea un examen más sencillo o porque el nivel educativo durante los años previos es alto, por lo que enfrentarse a un examen de este calibre no supone una gran dificultad.
Pude estudiar lo que quería, «porque es de letras y las letras están totalmente infravaloradas a la hora de poder acceder», como ella misma explica. Sacó buena nota y estudió filología inglesa como quería y luego un máster de dos años de políticas europeas y holocausto en Cracovia, Polonia. «Para acceder al máster no tuvieron en cuenta mi calificación en la EVAU, si no que solo miran las notas de la universidad, que fueran muy buenas».
Tras acabar sus estudios, estuvo trabajando en remoto para empresas de marketing online y copywriting que es un campo que le gusta mucho, porque disfruta escribiendo. En sus primeras colaboraciones dice que fue fácil lograr los proyectos y pasó una temporada con varios clientes haciendo tareas varias. Pero cuenta que algo le comenzó a chocar con el paso del tiempo. Ella tenía un trabajo diario pero quería ingresos extra o simplemente buscar otro puesto porque su trabajo ya no le entusiasmaba. Y le pasó lo que muchas personas han comenzado a denunciar en redes sociales: le pedían trabajar gratis en el proceso de selección. Algo que conviene conocer para que otras personas no caigan en la misma trampa.
Comenta Claudia Jordán que le pasó en dos ocasiones, cuando buscaba empleo, que las empresas que le pedían hacer artículos completos a modo de prueba para poder obtener el puesto. «Primero tenía que hacer un artículo entero, luego cuatro diferentes en la segunda prueba, me alabaron mucho mis resultados, pero luego dijeron que habían encontrado a alguien más acorde a lo que buscaban, pero esos artículos ya estaban realizados para poder darles uso y me pareció fatal», explica la filóloga que recuerdan que un proceso de selección fue 9 horas de trabajo para luego ser rechazada en la última entrevista. Ahora tiene un trabajo de oficina que le gusta mucho.
«Mucha presión por todas partes»
«Yo hice la selectividad en el año 2017 y, como para cualquier otra persona en mi situación, fue un mes y una semana de exámenes con mucha presión por todas partes», cuenta Belén Prieto. Recuerda esos años como que «llevas escuchando hablar del tema desde que empiezas Bachillerato, pero la verdad es que nada ni nadie te prepara para esa situación».
En su caso nos cuenta que la exigencia «no era excesivamente alta y llegué sobradamente a la nota de corte que me pedían (saqué un 12,25 y pedían un 10,4 en la Carlos III)», pero lo que vivió en la universidad sí la desmotivó: describe «un sistema hecho para alienarte y no motivarte nada». Ella se formó en Comunicación Audiovisual, «pero la carrera está mal planteada de base, siendo demasiado genérica (tenía asignaturas como Teoría del Derecho o Principios de Economía, que no tenían nada que ver con mi plan de estudios)».
Con esa base, ella ve que los estudios relacionados con medios de comunicación/cine/periodismo se plantean para que tengas que continuar con formación complementaria para lograr una especialización.
«Puede que sea algo generacional verlo todo tan difícil, pero creo que todo este esquema de la Universidad, cómo está montada y cómo se accede a ella no están planteados teniendo en cuenta a las personas. Ni tampoco te preparan para trabajar ni para la vida adulta en general, solo te enseñan a seguir memorizando y repitiendo un temario tras otro como si fueras un papagayo», explica la experta en comunicación.
Ella está segura de que debe de haber un sistema que filtre de alguna manera el acceso a la universidad, pero también cree que el que hay ahora mismo es «injusto y desigual». Por ejemplo, «puede haber mil factores que te afecten esos días de exámenes y que te perjudiquen en la nota que determinará el inicio de tu vida laboral». A colación de las diferencias del examen de acceso a la universidad que está siendo motivo de polémica de nuevo estos días, sí que en su época comprobó que «hay comunidades autónomas donde el examen es increíblemente sencillo y otras donde las exigencias son mucho mayores, y esto afecta mucho a todos en general».
Cuando empecé a disfrutar de la universidad nos encerraron
Margot Louza cuenta que lo que le ayudó para tener una buena nota de corte para acceder al grado de derecho, fue más en Bachiller que la EVAU que es lo que a ella le tocó hacer. Era el primer año de la EVAU y venía con cambios a lo que generaciones mayores habían hecho previamente: «cambió totalmente el estilo de exámenes en asignaturas como economía ese año frente a lo anterior». Pudo entrar a la universidad. El primer año le costó más por la adaptación a un nuevo sistema. Y cuando comenzó a disfrutar de la universidad y ya estaba muy adaptada y con su círculo de amistades consolidado fue en tercero de carrera y, a mitad de curso, llegó la pandemia y comenzó el encierro.
Eso le costó, no había forma de desconectar de los estudios, ni de disfrutar de la parte divertida de la universidad como es compartir el ocio con los compañeros. «El descanso era en casa, normalmente delante de la pantalla«. Al acabar, no sabía qué hacer como le pasa a tantos estudiantes y cuenta que de toda la gente que se graduó en su año, solo tres están ejerciendo de abogados como tal. Y que la mayoría de la gente que conoce ha decidido opositar. Ya hemos visto en Genbeta análisis que muestran que la juventud en España quiere una estabilidad laboral y están optando por el trabajo público, como funcionarios de prisiones, entre otros.
Cuando se graduó no se veía como abogada, por la falta de práctica. Ahora que es mayor, que tiene experiencia laboral en empresas (está trabajando y está contenta con su trabajo), que se siente más cómoda y más confiada en sí misma, le gustaría comenzar a prepararse para ejercer la que es su profesión. Cree que su generación vive mucho el «síndrome del impostor o impostora» y mucha frustración por el mercado laboral que encuentran al graduarse y por la dificultad de independizarse. Ve que mucha gente que ha estudiado una FP encuentra trabajo nada más acabar y eso no sucede con la universidad. Ya trabajando, su objetivo es hacer el máster y por fin llegar a ser abogada.
Imagen | Foto de Billy Albert en Unsplash
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PAU 2025: Gente que hizo su Selectividad en los últimos años cuenta cómo fue el examen, la universidad y su llegada al mundo laboral
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por
Bárbara Bécares
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