Breve historia de OpenAI: evolución, grandes cifras y conflictos de la compañía que creó ChatGPT… y cambió el mundo
OpenAI se ha convertido, por méritos propios, en una de las empresas de referencia a nivel mundial. Una empresa relativamente desconocida hasta hace muy poco, pero que en los últimos años ha logrado una notable repercusión gracias a una de sus herramientas clave: ChatGPT. (¿Te imaginas nuestra vida personal y laboral sin ChatGPT?).
Es por ello que hemos decidido hacer un repaso de la historia de esta compañía desarrolladora de IA, desde sus inicios de la mano de Sam Altman y… sí, también, de Elon Musk, hasta la actualidad.
- Tabla de contenidos:
Cómo comenzó la historia de OpenAI
2015: los fundadores
OpenAI fue creada en 2015 por Sam Altman, Elon Musk, Ilya Sutskever, Greg Brockman, Trevor Blackwell, Vicki Cheung, Andrej Karpathy, Durk Kingma, John Schulman, Pamela Vagata y Wojciech Zaremba. Un nutrido grupo de emprendedores, desarrolladores y especialistas en inteligencia artificial, que pondrían las bases de lo que sería esta empresa en el futuro.
Además, Jessica Livingston, Peter Thiel, Reid Hoffman, y las compañías Amazon Web Services, Infosys e YC Research, actuaron como donantes (junto con los propios Sam Altman y Elon Musk), aportando 1.000 millones de dólares. El objetivo de esta inversión era el de formar un equipo de expertos en IA para desarrollar el proyecto de forma segura y con el propósito de que se volviera una herramienta útil para todos.
En un comienzo, OpenAI comenzó como una organización sin fines de lucro y nació con el ánimo de desarrollar los avances en IA de manera segura y con un aporte significativo para la sociedad. Su espíritu era el de fomentar la colaboración entre profesionales, así como la publicación del trabajo realizado, convirtiendo ese conocimiento en accesible para el mundo.
2018: Elon Musk abandona OpenAI
En febrero de 2018, Elon Musk abandonó el consejo administrativo de OpenAI. Según algunos medios de comunicación, su salida del proyecto se debió a que Altman y el resto de la junta directiva de OpenAI rechazaron la idea de que Musk tomara el control de la compañía.
Años más tarde, en 2024, Musk acabaría denunciando a OpenAI y a su CEO, Sam Altman, ante el Tribunal Superior de San Francisco por incumplimiento de contrato. El magnate afirmaba que la desarrolladora había pasado a perseguir el beneficio económico propio, alejándose de su objetivo inicial de lograr una IA general pública y de código abierto.
- Para saber más: Cómo nació la enemistad entre Elon Musk y Sam Altman
La arquitectura transformer como la base de GPT
Pero 2018 también fue el año de la llegada del primer modelo GPT (Generative Pre-trained Transformer) fue lanzado por OpenAI, que marcó un hito en el desarrollo de modelos de lenguaje basados en la arquitectura transformer, que se centra en el preentrenamiento de redes neuronales para comprender el contexto y generar texto de manera coherente.
Para entender el concepto, imagina que tienes una frase larga y quieres entenderla palabra por palabra, pero también cómo cada palabra se relaciona con las demás para darle sentido a toda la frase. La arquitectura transformer funciona de una manera similar, pero para que las máquinas entiendan secuencias de información como texto, código o incluso datos. A diferencia de modelos antiguos que procesaban la información palabra por palabra, el transformer puede ver toda la secuencia a la vez, lo que le permite entender relaciones entre palabras que están muy lejos en la frase.
GPT-1 fue un modelo innovador en su tiempo, ya que se entrenó de manera no supervisada en grandes cantidades de texto para aprender patrones lingüísticos y generar texto de alta calidad. Aunque su impacto no fue tan grande como el de sus sucesores, sentó las bases para el desarrollo de modelos más avanzados como GPT-2, GPT-3, y posteriormente GPT-4.
2019: ¿sin lucro?
Actualmente, aunque OpenAI continúa estando gobernada por una organización sin ánimo de lucro, desde 2019 mantiene un modelo único de ganancias limitadas. Así mismo, es la organización sin ánimo de lucro, a través de su junta directiva, la que se encarga de gobernar y supervisar las actividades que reportan ganancias.
Este modelo consistió en la creación de una entidad con ánimo de lucro dentro de la organización sin ánimo de lucro: se estableció una subsidiaria con ánimo de lucro, OpenAI LP (Limited Partnership), que sería la encargada de llevar a cabo la mayoría de las actividades de investigación y desarrollo, y de comercializar las tecnologías de IA. La organización sin ánimo de lucro (OpenAI Inc.) seguiría gobernando la LP a través de su junta directiva y establecería un límite máximo en el retorno financiero que los inversores podrían recibir. Este límite se especificaba como un múltiplo de su inversión inicial.
En cualquier caso, el objetivo principal seguía siendo beneficiar a la humanidad y desarrollar la IA de forma segura.
2021: llega Dall-E
En 2021, OpenAI continuó expandiendo su influencia en el campo de la inteligencia artificial con la popularización de GPT-3, un modelo de lenguaje que sorprendió por su capacidad para generar texto de manera coherente y natural, similar al lenguaje humano. GPT-3 fue ampliamente adoptado en diversas aplicaciones, desde la creación de contenido hasta el desarrollo de asistentes virtuales. Este avance consolidó a OpenAI como una de las empresas líderes en la investigación y desarrollo de IA generativa.
Ese mismo año Microsoft incrementó su relación con OpenAI. La compañía de Redmond había invertido 1.000 millones de dólares en OpenAI en 2019, pero en 2021, Microsoft anunció una colaboración más profunda. OpenAI utilizó la infraestructura de Azure de Microsoft para entrenar sus modelos, lo que permitió a OpenAI mejorar la capacidad de sus modelos y servicios de IA.
Pero sin duda, 2021 será recordado por el lanzamiento de Dall-E, un modelo de IA que generaba imágenes a partir de descripciones textuales. Este avance mostró el potencial de la IA para entender y crear contenido visual con un alto nivel de creatividad y causó un tremendo impacto a nivel social, poniendo el punto de partida a la era de la generación de imágenes a partir de texto. Actualmente, esta IA se ha integrado en ChatGPT, pero también es posible utilizar DALLE-3 gratis, accediendo al chatbot de Bing.
OpenAI en la era de ChatGPT
2022: Hola, ChatGPT
El primer ChatGPT fue lanzado por OpenAI en noviembre de 2022. Este modelo se basaba en GPT-3.5, una versión mejorada de GPT-3, y estaba diseñado para interactuar con los usuarios de manera conversacional. ChatGPT fue un gran avance porque permitía generar respuestas coherentes y contextualmente relevantes en un formato de chat, lo que lo hacía accesible y útil para una amplia gama de aplicaciones, desde asistencia personal hasta generación de contenido y soporte al cliente.
El lanzamiento de ChatGPT generó una gran atención mediática y se convirtió en un fenómeno viral debido a su capacidad para mantener conversaciones de calidad en lenguaje natural. En pocos días, miles de usuarios comenzaron a interactuar con el modelo, lo que llevó a OpenAI a hacer ajustes y mejoras, y a abrirlo de manera más amplia para la comunidad.
Además, OpenAI lanzó posteriormente un plan de suscripción llamado ChatGPT Plus en 2023, que permitía a los usuarios acceder a la versión más avanzada de GPT-4, con mejoras significativas en cuanto a rendimiento y capacidad de razonamiento.
2023: el culebrón de la lucha por el poder en OpenAI
La firme posición de OpenAI en el mercado de las IAs generadoras se vio sacudida a finales de 2023 por la sucesión de cambios internos, que comenzaron con el despido de Sam Altman (CEO) y otros cargos de la compañía el 17 de noviembre.
Tres días después, se nombraba a Emmett Shear nuevo CEO de OpenAI. Shear es cofundador y exCEO de Twitch, y tiene una visión de la IA y sus avances más moderada que la de Altman. No obstante, las presiones ejercidas por inversores (entre ellos Microsoft) y por la mayoría de los empleados de OpenAI, dieron sus frutos y Sam Altman recuperó su cargo de CEO el 22 de noviembre.
2023 también estuvo marcado por la llegada de GPT-4. Con mejoras significativas en comparación con GPT-3 y GPT-3.5, GPT-4 se presentó con una capacidad superior para comprender y generar respuestas en contextos más complejos y técnicos. Además, se destaca por su capacidad de razonamiento más profundo, lo que le permite abordar tareas que requieren un pensamiento crítico o análisis de información más elaborado. Actualmente, es la IA base que impulsa ChatGPT, aunque OpenAI ha lanzado versiones mejoradas de este modelo como GPT4-Turbo y GPT-4o.
- Para saber más: Planes y precios de ChatGPT, cuál debes escoger según tus necesidades
2024: una ronda de récord
En octubre de 2024, OpenAI marcó un hito al cerrar la que en aquel momento era la mayor ronda de financiación de la historia. La desarrolladora recaudó nada menos que 6.600 millones de dólares (unos 5.980M€). Una cifra que catapultó la valoración de OpenAI hasta los 157.000 millones de dólares (unos 142.000 M€), ubicándola muy por encima de otras empresas de IA.
El principal inversor de la operación fue Thrive Capital, que invirtió alrededor de 1.300 millones de dólares (1.178M€), con una opción exclusiva para invertir hasta 1.000 millones de dólares más con la misma valoración (hasta 2025). Microsoft, Nvidia, SoftBank, Khosla Ventures, Altimeter Capital, Fidelity y MGX, también participaron como inversoras.
Estas compañías habrían puesto la condición de que se cambiase la estructura corporativa de OpenAI dentro de los próximos dos años para poder eliminar el límite de beneficios económicos que pueden recibir los inversores. Esto supondría pasar de ser una entidad sin ánimo de lucro a ser una organización con ánimo de lucro.
No obstante, OpenAI declaró que «La organización sin fines de lucro es fundamental para nuestra misión y seguirá existiendo».
2025 y futuro: ronda de financiación y proyecto Stargate
Actualmente, OpenAI ya ha crecido lo suficiente como para convertirse en una compañía capaz de generar 10.000 millones de dólares de ingresos anuales recurrentes (AAR) procedentes de las licencias de sus productos y servicios. Y es que además el crecimiento de la empresa se está acelerando, ya que ha duplicado con creces su ARR en apenas un año.
De cara al futuro, OpenAI apunta a 125.000 millones de dólares en ingresos para 2029, lo que indica proyecciones muy ambiciosas. Estas cifras de ingresos dan contexto a la valoración de 40.000 millones de dólares tras su última ronda de financiación de marzo de 2025. Una operación liderada por la japonesa SoftBank (inversora en empresas como Uber o Alibaba), la ronda de 40.000 millones de dólares (unos 37.000 millones de euros) que se convirtió en la mayor de la historia, por encima de la recibida por la SpaceX de Elon Musk en 2023 (13.300M$). De esta forma se elevó la valoración de la compañía hasta los 300.000 millones de dólares, asentando a OpenAI como el tercer mayor unicornio mundial en ese momento.
Unos días antes, estrenó su nuevo modelo de generación de imágenes en GPT-4o, permitiendo crear obras más realistas, con un mayor nivel de detalles, incluir texto coherente o respetar la consistencia para generar variaciones, entre otras capacidades útiles. ¿El resultado? El furor por las imágenes «a lo Ghibli».
Unas semanas antes, una de las primeras medidas tomadas por Donald Trump tras tomar posesión del cargo de Presidente de los Estados Unidos fue anunciar el proyecto Stargate. Este se trata de una colaboración público-privada busca posicionar al país como epicentro de la IA. OpenAI es una de las empresas tecnológicas que participan en el proyecto, junto con Microsoft, Nvidia Oracle y Arm. Mientras que los principales financiadores son SoftBank,Oracle, MGX y, también, OpenAI,.
Stargate contempla una inversión estimada de 500.000 millones de dólares (unos 479.175 M€) en infraestructuras de inteligencia artificial a lo largo de cuatro años. Su objetivo principal es construir una red de centros de datos avanzados y fomentar el desarrollo de aplicaciones prácticas de la IA en áreas clave (salud, seguridad y economía).
No obstante, tan solo un día después de que se el proyecto Stargate hiciese público, hizo su aparición un tercero en discordia: Elon Musk. El magnate dueño de Tesla y recién nombrado administrador del Departamento de Eficiencia Gubernamental de la Casa Blanca, acusó al CEO de OpenAI de ser un «estafador», asegurando que no cuenta con el dinero suficiente para desarrollar el proyecto.
Por su parte, Sam Altman respondió a Musk en términos más diplomáticos: «Estás equivocado, como seguramente ya sabes. ¿Quieres venir a visitar el primer sitio que ya está en marcha? Esto es excelente para el país. Me doy cuenta de que lo que es bueno para el país no siempre es lo óptimo para tus empresas, pero en tu nuevo rol espero que, en su mayoría, pongas a Estados Unidos primero».
¿Cuál será el gran paso de OpenAI? ¿Llegaremos a ver su aterrizaje en la inteligencia artificial general?
Foto: Depositphotos
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